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miércoles, 1 de diciembre de 2010

CINE Y EDUCACIÓN

Quiero compartir en este espacio algunas consideraciones sobre la tan traida y llevada cuestión del cine en el aula, a propósito de un curso que se está impartiendo en la Universidad e Educación del Campus de Soria.
 
Para mi el cine y la educación debe superar esa asociación temática que encuentro siempre cuando se lleva el cine al aula. Cine y educación debe ser algo más que un listado de películas como excusa para abordar los tan traidos y llevados temas trasversales, la educación en valores, o cualquier toma de conciencia social. Por mucha ficha didáctica que incluya el material anexo. 

 
Me parece estupendo que se use el cine para tratar todos estos temas, y creo que pocas cosas hay tan eficientes como una película para poner al espectador en el lugar del otro, y hacerle reflexionar sobre los problemas actuales de la sociedad. Pero el valor educativo del cine no termina ahí. Para mi lo mejor, es que al margen de la línea de la película, ( cine e historia, cine y filosofía, cine para las matemáticas, literatura  y cine...) por encima de todo, decía, una película me educa como consumidor de cultura. Como espectador audiovisual, familiarizado con códigos narrativos diversos y con maneras de representar que van desde los esquemas clásicos del cine tradicional, al cine experimental o al nuevo documental. 

Creo que el concepto cine y educación, tiene que trabajar bien lo específico del lenguaje audiovisual. Acercarnos a los protagonistas de ese proceso creativo que se vuelve un producto de consumo para las masas, y que revive durante años en Video Clubs,bibliotecas, televisiones y ahora en internet.   

Creo que igual que se estudia lengua y literatura en los colegios, debería educarse en cultura audiovisual. No como una optativa que imparte el profesor de turno para completar horario, sino como una materia troncal, importante, y que enseñe a nuestros alumnos a tener un juicio crítico ante el bombardeo de información audiovisual al que están sometidos en cada segundo. 
 
Hay que enseñar a ser espectadores críticos ante el lavado cerebral de muchos títulos comerciales basados en el star system y en los modelos de vida americanizantes que nos han conquistado.  Educarles en el consumo racional de imágenes, no sólo de grandes títulos que copan el mercado, de videoclips, de anuncios...  sino de mensajes más complejos que el cine sabe transmitir con tanta naturalidad que apenas nos damos cuenta de la maquinaria que lo ha puesto en marcha. 

Alfabetizar en lo cinematográfico aporta un valor añadido a la película. Por encima del tema, uno disfruta con la luz, con cada plano, con el montaje, con la estructura del guión, con la dirección de arte... es como vivir la película dos veces. Es una doble lectura que reforzará nuestro recuerdo de esa película. Es un placer que puede empezar en el aula, desglosando alguna película, y que luego, con la práctica vamos automatizando como espectadores instruidos. 

El cine...si se usa debe dosificarse. El cortometraje es un buen recurso, se puede ver y tratar sólo en lo que dura una clase. No hay que esperar dos semanas para destriparlos... O si no, trabajar con secuencias... con fragmentos... Creo que ver toda la película puede ser una trampa para rellenar tiempo del aula. En 90 minutos de cinta, hay horas de debate, de interpretación, de descripción de personajes, de decisiones narrativas, de ambientación... Hay que estrujar la película...y para estrujarla bien, el docente que se sirva de ella, tiene que saber, además de los contenidos que se trabajen desde su asignatura, tiene qeu saber, decía, narrativa audiovisual, lenguaje audiovisual, contexto cinematográfico, un poco historia y cualquier cosa que le ayude a COMPRENDER mejor la obra que utiliza como recurso. Por eso es importantísimo que haya alguien abriendo esas puertas, como lo hacen desde huesca, el IES Pirámides. No dejéis de ver esta web www.auladecine.es